Agronegocios
Actualmente un tema que genera preocupación es la respuesta que ha tenido el campo natural a las consecuencias de la sequía. En este sentido se ingresó al otoño con 4 centímetros de campo natural, 2 cm por debajo de lo que fue el ingreso del otoño en el 2022, según explicó Marcelo Pereira, presidente de la Mesa de Ganadería Sobre Campo Natural y además técnico del Instituto Plan Agropecuario (IPA).
Actualmente un tema que genera preocupación es la respuesta que ha tenido el campo natural a las consecuencias de la sequía. En este sentido se ingresó al otoño con 4 centímetros de campo natural, 2 cm por debajo de lo que fue el ingreso del otoño en el 2022, según explicó Marcelo Pereira, presidente de la Mesa de Ganadería Sobre Campo Natural y además técnico del Instituto Plan Agropecuario (IPA). Entrevistado en Valor Agregado de radio Carve, el experto indicó que se realiza un seguimiento “muy fino” a unos 30 establecimientos. “Se entró al otoño con poco pasto, no obstante en términos generales hubo buenas tasas de crecimiento y los ganados mejoraron su condición”. Teniendo en cuenta lo planteado por Pereira, se ingresó al invierno con “ganado en relativa buena condición, y muy poco pasto, esto quiere decir que entre el 70 y 80% de los productores entraron con entre 3 y 4 cm de pasto, sabiendo que cuando es inferior a 5 cm la altura del pasto el ganado empieza a perder estado”. El haber ingresado con poco pasto al invierno “condiciona el invierno, donde el campo natural crece muy poquito”, comentó el técnico del IPA, que además destacó la importancia de que no se hayan registrado hasta el momento muchos temporales, porque ahí los ganados pueden perder entre 15 y 20 kilogramos en tan solo tres días. Consultado sobre la recuperación del campo natural teniendo en cuenta que en la sequía sufre una degradación, el especialista señaló que debería de llevar “entre dos y tres primaveras buenas”, pero se viene ya de tres primaveras malas, lo cual agudiza la situación. “Lo que es la producción de pasto se acomoda rápidamente una vez que llueva, porque aparece lo que en ecología se denomina dinámicas compensatorias”, explicó Pereira. En cuanto a la carga recomendada en el campo natural, “debería ser regulada en función de la cantidad de pasto que tenemos, y para saber eso hay que hacer algunas mediciones. Hay una famosa regla que nos permite saber cuanto pasto tenemos y en función de eso, hay tablas que nos indican cuanto pasto le tenemos que ofertar a cada categorías”, comentó el experto. En la carga de unidad ganadera por hectárea, Pereira señaló que lo recomendable en un basalto profundo es de 0,8, en un basalto superficial 0,5, y en un cristalino típico es de 0,75, “con estas cargas en una primavera normal el pasto sobra”. En caso de tener una primavera buena, “hay que superar la ansiedad y no aumentar mucho la carga, en la primavera tiene que sobrar el pasto, para que nos genera un seguro de producción para el resto del año”.
27 julio, 2023